Archive for junio 2013

Hatsune Miku


Porqué Hatsune Miku?  Se parece un poco a mi, pero no porque llevo el pelo verde.

Cuando decidí abrir este blog, me descargué esta plantilla de Blogger que me gustó visualmente.  Tenía todo lo básico con lo que quería iniciar sin tener que ajustar mucho pero traía por defecto una imagen en la cabecera y en el pie de página sobre un personaje que en mi vida había escuchado.  Logré sustituir la imagen de arriba, pero no encontraba cómo quitar o sustituir la de abajo.  

Así que de tanto ver la muñequita esa, me puse a investigar quién rayos era, y resulta que Hatsune Miku, como la llaman, es una pequeña chica de cabello largo y turquesa asociado al programa "Vocaloid", que es una aplicación de síntesis de voz, capaz de cantar lo que te de la gana.  El software proporciona al usuario la capacidad de sintetizar canciones simplemente escribiendo la letra y la melodía.

Nadie sabe cómo o porqué, pero lo cierto es que los japoneses que son fans de "ser fans de algo",  se volvieron tan fans de esta aplicación que se convirtió en un icono de la cultura de este país.  El típico bum que después aparece hasta en la sopa, al estilo gangnam style.  Aquí les dejo un vídeo:


Y porqué me encuentro algún parecido con Miku, pues como les he contado, mi pequeñajo, es inquieto, pero la música le calma, como la buena bestia que es.   Cada vez que no hemos encontrado ninguna otra forma de aliviar su pena, mamá o papa nos inventamos una letra, y se la cantamos, y créanme, el repertorio es amplio.  Tantas cosas que un bebé puede sufrir y uno sin saber el qué es exactamente,  pero supongo que en nuestro lenguaje intimo que manejamos los tres, cuando algo pasa, la solución es relajarse con una canción cantada por esa voz conocida, aunque la letra sea distinta, como funciona el programa de Hatsune Miku.

Y no es que yo tenga dotes histriónicas, mi única experiencia de cantante fue en la coral de la Universidad, pero fue más por joda que por tener una voz de alucine.  Lo cierto es que cuando tienes un hijo tu perspectiva de "a lo mejor no puedo" cambia por completo, y cuando hace falta algo tu instinto te transforma en alguien que piensa más bien como "claro que puedo, tengo que poder, es necesario que pueda", y el resultado es maravilloso, hasta terminas cantando lo que sea necesario, como esta chica.   

Por el momento, la Miku se queda ahí... es probable que cuando tenga tiempo de sentarme a averiguar cómo quitarla, la quite, o quizás permanezca para recordarme de que por mi niño soy capaz hasta de cantar.





La primera Instantánea

El primer contacto con tu hijo es vuestro nexo, una foto grabada en la memoria para toda la vida.

Cuando Oli nació,  fue cesárea y yo le pedí a la doctora que me lo mostrara antes de que se lo llevara la matrona, al principio se mostró reacia y me contestó que no lo permitía el protocolo,  yo se lo exigí en tono desafiante y ella entendió que no me iba  hacer cambiar de idea y que no valía la pena negarse.    Los dos segundos más alucinantes de toda mi existencia fue cuando distinguí entre todos los ruidos del quirófano su suave llanto y ella lo alzó por encima de la sabana quirúrgica,  la cámara interna de mi ser tomó esa foto para siempre.  Cierro los ojos y lo veo, era un repollito con los ojos chinos, los pelazos abundantes y engomados, que se abrazaba a si mismo.

Se lo llevaron a la revisión y yo en aquel estado de nirvana ni caso hice de la clase magistral de anatomía que le daban a las residentes con mis tripas, y solo oía aquel llanto que me invadía por completo,  en ese momento entendí que ese pequeño ser estaba por encima de todas las cosas del universo.   A los 5 min apareció envuelto  en una tela blanca, en brazos de una enfermera y su suave llanto se convirtió en una enérgica protesta "donde está la barriga?" Y la barriga le cantó nuestra canción "soy un bebé feliz feliz feliz, soy un bebé feliz feliz feliz" y como si se tratara de algo mágico abrió los ojos y se calló al instante.   Se restableció nuestro nexo.  En todo el universo sólo eramos Oliver y yo... 

Lactancia Materna

Todos los bebés y todas las mamás del mundo nacen con la extraordinaria capacidad de lactar.
Cuando estaba en las últimas semanas de embarazo, tenía muchas dudas sobre la lactancia materna.  Cómo será?  Podré hacerlo?  Me dolerá?  Mi mamá siempre dijo que no nos dio pecho porque ella tenía poca leche, tampoco mi abuela, entonces, yo tampoco tendré?  Los bebés nacidos en parto natural maman mejor?  Como casi todas las madres, deseaba poder alimentar a mi pequeño y tanto mito urbano por ahí me angustiaba.  Pues nada de eso es verdad, salvo casos muy excepcionales, todas podemos.  Pero considerar cierta información durante los primeros días puede ayudar a cualquier principiante.
Primero: intentar ser paciente, porque no es un proceso que se establece y permanece así hasta el día que cumple los seis meses y supuestamente empieza la otra alimentación.  Es más bien como una carretera, con curvas, subidas y bajadas.  Hay días en los que el niño come como un desesperado, tiene más hambre que tú, según parece está asociado a ciclos de crecimiento (los llamados estirones).  Hay días que parece que no come nada y es que su sistema de succión ha evolucionado al punto que mama en tres minutos, cuando antes se tardaba media hora.  Hay días que pedirá cada tres horas (como a veces intentan meterle en la cabeza a la pobre madre algunos pediatras), y hay días que comerá cada tres minutos, y otros comerá mucho en la mañana y no te pedirá hasta la tarde.  Pero y por qué nos extraña tanto esto?  Si tomáramos nota de la hora y la cantidad que comemos normalmente, verás que nosotros actuamos igual.  Intentar regular el horario es más bien para “irlo adaptando” a los horarios de vida de los padres, quizás para que no la pase tan mal si tiene que asistir a una guardería, pero no porque el bebé lo requiera.  La realidad es que EL PECHO DEBE SER A DEMANDA, aunque pueda ser incómodo estar todo el día con las tetas disponibles, pero para eso debería ser la baja maternal (tema que tocaré en otro post).
Segundo: La técnica o postura, la vas adecuando a medida que pasan los días.  Al principio te esmeras mucho en tratar de imitar la lámina del centro de salud: la boca del bebé que abarque todo el pezón, la lengua tirando desde abajo,  su pecho contra el tuyo, su cabeza ligeramente doblada en dirección a tu cara.  A que parece un trabalenguas!!.  La postura es importante, sobre todo lo de que abarque todo el pezón,  pero es bueno relajarse y si notas que no está succionando, se acomodan un poquito.  Él sabe cómo succionar, eres tú quien tiene que aprender cómo cargarlo mientras lo hace. Y te aseguro que a medida que vas adquiriendo experiencia van amoldándose su cuerpo y el tuyo para estar más cómodos. 
Yo no compré un cojín de lactancia y me arrepentí, porque cuando el bebé es pequeñín lo cargas en un brazo, pero cuando empieza a coger peso, viene muy bien, sobre todo si pretendes dar una lactancia prolongada.  Yo le di pecho a Oli hasta los 15 meses y necesitaba ponerme algunas almohadas.  
Una postura a considerar es dar pecho acostada de lado. Los primeros meses, que se despierta varias veces durante la noche, es lo maaaasss!!  Lo recomiendo con cinco estrellas.  Yo no lo sabía y me levantaba de la cama lo cogía en brazos y me espabilaba, y cuando estaba empezando a coger el sueño.. oh, oh! ñeeeeeeeeeeeee, otra vez mamá a despertarse.  Era un ciclo eterno, cómo no iba a tener ojeras hasta el suelo? Así que una vez  vi un video que lo recomendaba y lo intenté, nos fue fenomenal.  Es cómodo, no se despierta del todo ninguno de los dos, y además es rico tenerlo ahí cerquita.
Tercero: La composición de la leche.  Muchos laboratorios han analizado, sintetizado y elaborado fórmulas que se ASEMEJAN a la leche materna, pero nunca será igual.  No soy anti-fórmulas, porque pueden ser un apoyo en algunos casos, pero indiscutiblemente, la materna no tiene parangón.  Está a la temperatura perfecta, no hay que esterilizar nada, es gratis.  Pero es que además su consistencia sale de acuerdo a la necesidad del bebé.  Cuando comienza a chupar es más transparente y entre otras cosas sirve para calmar la sed.  Luego se va espesando y es la que contiene más grasas y proteínas, es la que le hace coger peso.  Por ello se debe dar hasta el final.  Si el bebé chupa un poquito y se queda dormido, no hay que despertarle sino ofrecer la misma teta en la próxima toma para que la termine.
Dicen que los bebés alimentados con leche materna tienen mejores defensas que los alimentados con fórmulas lácteas.  Yo no lo puedo asegurar porque no soy médico, ni bioquímica, ni nada parecido.  Lo sí puedo dar fe de que Oliver no se enfermó NI UNA SOLA VEZ, hasta cerca del año cuando entró a la guardería.  Allí cogió todos los virus en los dos primeros meses…  catarros, mocos, gastroenteritis viral, boca-mano-pie.  Una vez superado ese proceso de adaptación, gracias a Dios, mi niño es un roble.  Tan es así, que se venció la batería del termómetro digital y nos dimos cuenta un día que papá enfermó. 
Por último: hay que tener confianza en tu hij@, es él o ella quien debe marcar la pauta, básicamente porque es quien conoce sus propias necesidades.   Y su necesidad no sólo va a ser alimentaria, el pecho es algo más.  Es un vínculo que se establece entre los dos, una conexión, que podría explicar con palabras muy lindas, espirituales, o describir en  términos científicos sobre genética que he leído,  pero creo que va más allá de eso.  La teta es amor, es alimento, es medicina,  es consuelo, es disfrute, es la naturaleza en todo su esplendor, es el contacto más íntimo que tendrán ambos durante toda su vida.  Entonces no hay que darle la vuelta, solo vivirlo, y cada experiencia es única.
Creo que cualquier esfuerzo que pueda suponerle a la madre ofrecerle a su bebé leche materna durante el máximo de tiempo posible, no es comparable al bienestar que le está regalando.



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